‘La avanzada ancestralista 1956-1980’ curada por Rodolfo Kronfle Chambers

CURADURÍA: Rodolfo Kronfle Chambers 

Del 5 de septiembre al 3 de noviembre 2024

En el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo – MAAC

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El elemento fundamental que definía a los artistas sintonizados con esta corriente -que eclosionó en la década de los 60- es que se planteaban como parte de una vanguardia renovadora opuesta al realismo social, considerado por la nueva generación como un arte “oficial”, de retórica desgastada y panfletaria. 

Las propuestas estéticas ancestralistas, en cambio, guardaban relación con movimientos modernistas internacionales vigentes, y sus practicantes más destacados aspiraban a una comunicación universal y a una inscripción global de su arte. La clave para lograr este propósito fue justamente la interpretación idiosincrática que hicieron de lenguajes artísticos contrapuestos —principalmente el constructivismo y el informalismo— regidos por un propósito centrado en la recuperación de las raíces ancestrales, para lo cual incorporaron símbolos, insinuaciones mágicas o rituales, e imaginarios asociados a las culturas originarias.

Para el surgimiento y desarrollo de esta corriente fue fundamental el traslado a Europa, a mediados de los años 50, de sus tres artistas capitales: Enrique Tábara, Estuardo Maldonado y Aníbal Villacís. Lo notable del giro que estos jóvenes artistas dieron a sus prácticas es que emplearon estilos europeos para reimaginar y revalorar en su presente la herencia cultural de sus ancestros, respondiendo de esta manera a la supresión, marginalización y borramiento de la historia y cosmovisión prehispánica en los procesos de colonización. 

Este período en el arte ecuatoriano supuso una nueva búsqueda de la identidad propia, empleando de manera sui generis y propositiva las convenciones y procedimientos pictóricos del otro cultural, representado fundamentalmente por la pintura internacional de avanzada.

El período ancestralista se caracterizó por una voluntad expresa de experimentación e innovación en formas, técnicas, materiales, temáticas y conceptos, a través de los cuales los artistas articularon una postura de orgullo con respecto al pasado remoto, en lugar de reiterar estereotipadamente la denuncia e indignación alrededor de las condiciones de los sujetos subalternos en su presente.

Buena parte del arte en que se enfoca esta exposición fue caracterizado como “precolombinismo”, algo que pervive en la historiografía y en el habla coloquial alrededor del arte local. El membrete “ancestralista” que privilegiamos ahora, nos permite ampliar considerablemente las producciones que se pueden asociar a este espíritu creativo, logrando congregar así el trabajo de más de 30 artistas.

Rodolfo Kronfle Chambers

Curador

 

Esta exposición contó con el auspicio de: Banco Guayaquil y Hotel Oro Verde.